lunes, junio 8

ALERGIAS

Aquel paisaje, pastando en la mañana cándida, no puede quedar impune.
Soles, cubetas, lagartijas, van y vienen con la seguridad soez que da el sentirse parte del rebaño.
durante el día rumian interminablemnte sus linderos, sólo para regurgitarlos después en esa masa pegajosa que algunos llaman noche.
Aquí se debe cortar de tajo una cabeza.
Borro apresuradamente del diccionario la palabra prójimo, descuelgo el hacha y me voy contra una margarita bastante blanca. Cae en su sombra.
Miro el tallo, miro el filo del hacha, miro el pavimento. Nada se queja.
Pongo a la víctima sobre mi mano... y estornudo.

Luis Palacios Kaim
Autorretrato de Espaldas

(Por el té, la plática vespertina, los libros y el texto, muchas gracias Luis!)

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