Despues de un largo silencio inducido, me presento de nuevo, para quienes me extrañaron y para quienes nunca notaron mi ausencia:
"Me declaro amante de los imposibles" (dijo tan convencido que casi me trago sus palabras como pildoras) justo cuando me acababa de tomar el último "traguito" de cafe con agua+agua+azucar+2 sobrecitos de crema lautrec que me quedaba.
Aún conservo la escencia de lo imposible en la ropa y me sentí de pronto algo así como entre rechazada y anhelada. La situación es la siguiente; mi enamoramiento intrínseco de lo que no me corresponde se combinó con su deseo por lo imposible al grado tal que casi nos enfrascamos en la posibilidad de vivir en lo irremediable por el resto de nuestras vidas, y yo sigo aferrandome a las ochenteras con tanta fuerza que ya me despierto tarareando a Toto en Africa al mismo tiempo que me estremezco y apago las ganas con gasolina (ja!) Y pensar que me metí a psicología porque la suponía mas sencilla que la Física cuántica o Robótica. ¡La mente humana es la madre de las complejidades!!
La situación es simple, el amor se acaba en el mismismo momento en que tratamos de razonarlo, o en el mismisimo momento en que bajo a mi celular "Take on me" de A-HA solo para pensar en el cuando alguien me llama, lo que suceda primero. Patético
Nada.
