He empezado a olvidar cosas. Estoy consciente de que es un
mecanismo de defensa para no seguir doliéndome tanto. Y es que en estos dos
meses han pasado siglos!! Hoy justo después de bañarme me asomé al espejo para
ver cuánto ha cambiado mi rostro. Me noté un par de arrugas debajo de mis ojos.
Tengo un recuerdo -del que he empezado a olvidar detalles-
al que recurro cuando estoy triste. Eran como las 4 am. Me desperté sin
sobresalto, solo abrí los ojos y desconocí el lugar por un momento. Esa habitación
donde había pasado muchas noches desde el 2010 de pronto empezaba a perder
familiaridad, como presagio a lo que vendría meses después.
Hace dos sábados hice una lista de objetos perdidos en un
intento fallido de recuperar los detalles de mi recuerdo que perdí en la
transición. De esa lista, recuerdo perfectamente los que dejé en tu casa. No
recuerdo como ni bajo qué circunstancia. Solo sé que están ahí.
Los demás objetos se encuentran en alguno de los 4 puntos
que me gusta llamar “hogares temporales” y en ninguno de los casos he hecho ningún
intento por recuperarlos. Tengo la fantasía de que algún día regresaré por
ellos.
No son regalos. Guárdamelos un ratito en lo que pase el
siniestro.