sábado, enero 27

Toda mi vida (si, toooooda mi vida) creí que eso era un graaaan defecto -dejar cosas por hacer- hasta que me cayó el veinte que lo hacía a propósito, la siguiente es una lista de cosas pendientes que espero concluir antes de que lleguen las lluvias de agosto del 2008.

- Visitas a San Luis Potosí, Monterrey, Tampico, Puebla, Zihuatanejo, Guadalajara, Guanajuato, y a finales de año, Madrid.
- Cambio de propietario del Jicamovil.
- Unos esquites en Coyoacán.
- Un viaje a Chiapas.
- Un día de campo en el Ajusco.
- Sacar visa.
- Mandar postales.
- Sonreir en las fotos.
- Desayuno de café y hot-cakes.
- Llamar mas seguido para saludar.
- Hacerme presente.
- Escribir mas.
- Divagar menos.

Y a continuación un fragmento de un "algo", ocurrencia de viernesabado entretareas...

Hace rato que vengo buscando como acomodar el puzzle que tengo de corazón y siempre se forman figuras diferentes. No entiendo. Se supone que para el día de hoy se revelaría su nombre entre mis conjuros. Pero ni en el más remoto momento de solemnidad mis labios hablaron. Hace días que me juego bromas pesadas y a mimisma le encanta verme así de confusa.. Hoy se supone que empezaría a escribir de él, sin embargo las letras no se acomodan, mis sentimientos tampoco... y no hay canción...
Tengo tres puntos a su favor y uno en su contra. Y esto va para ti, corrigeme si me equivoco: ¿la soledad es motivo para estar juntos? Si solos nos hemos visto otras veces...
¿En que momento perdí la locura y me refugié en la cordurá de mis pensamientos?
¿De cuando acá el feelin´ se empeña en apagarse..?
Y así...

JK

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quiza la unica forma de lograr acomodar cualquier rompecabezas es hablando en voz baja.

Palabras sabias de la de Fedon a Cebes, en manos de Yourcenr, "solo cuando hablamos en voz baja nos escuchamos a nosotros mismos"....

Quiza alli recidela grandeza de la soledad en que nos permite susurrarnos lentamente todo aquello que no queremos observar, que entre todas aquellas paredes, o en aquellos bosques, o quiza solo cuando hablamos con el cielo como unico refugio a la algaraza imperante de la urbe, ahi es donde pondemos escucharnos y resolver aquellos rompecabezas, aunque por lo que he vivido, visto y aprendido me parece que cuando el corazonintenta decir algo - si es que es posible que hable - lo hace como una adivinanza a la que pueden quedar demasiadas respuestas...

Ahora pienso - y ay no importa - que no deberia contestar algo tan initmo, cuando ignoro por completo todo, cundo no se dirigen a mi esas palabras, pero quiza porque en algun momento desde algun punto en comun yo padeci lo mismo...